jueves, 8 de octubre de 2009

Mis abuelos


Mis abuelos son santos, aunque no tienen ningún altar en las iglesias. Rezo por ellos porque estoy convencido que tanta bondad y sacrificio que mostraron no se puede haber perdido en el infinito. Son unos santos, pero no anónimos, al menos para mí. Me quieren y me conocen aunque a alguno no llegué a tratarlo en vida.

Mis abuelos son unos héroes, aunque no aparecen en los libros de historia. Trabajaron fuera de convenios colectivos, de Internet, de televisiones de pago, de conciliación de la vida laboral y familiar, de protección social…pero su lucha diaria consiguió tirar un país destrozado por la guerra hacia delante.

Mis abuelos son célebres, aunque ninguno de ellos se llevó el Premio Nobel. Hicieron lo mejor que sabían de la mejor manera posible: transmitir el cariño y el espíritu de sacrificio, los valores humanos por encima de los materiales.

Mis abuelos conocen el mundo, aunque nunca vivieron fuera de La Unión. Conocieron lo que les servía para ser felices y no ambicionaron lo que no les correspondía.

Mis abuelos rezan por mí cada día, por eso yo rezo por ellos.

Mis abuelos tienen fe, esperanza, ilusión,...por eso yo también los tengo.

Cuando la vida produce calambres y alegrías siempre me encomiendo a ellos para que de sus calambres me enseñen y de sus alegrías disfrute.

1 comentario:

  1. Sobre los abuelos y los calambres

    Hola querido amigo:

    Pues al leer esto que dices de tus abuelos, no he podido sino pensar en los mios, no encontré ni encontraré nunca seres tan especiales como estos abuelos mios, y por pensar ahora en ellos una lágrima se me escapa. Cuando yo era chico, de unos 4 o 5 años mas o menos, se me ocurrio meter el dedo en el casquillo vacío de la bombilla del frigorífico que mi abuela tenía en su casa, fíjate que el calambre aquel fotografió tan impresionante suceso en algún lugar de mi cerebro y todavía puedo ver perfectamente aquel casquillo vacío con mi dedo dirigiéndose a el. Del alarido que di mi abuela acudió rauda cual superheroe de comics a salvar a la víctima en peligro y dando un tirón del cable de aquel artefacto me salvó del calambre. Yo le dije a ella "abuela no toques ahí, no toques ahí,...!" y ya de poco más me acuerdo. Ojalá que todas las personas de la tierra tuvieran abuelos que llegaran a tiempo de evitar el calambre de sus nietos, en vez de tantas personas importantes que parece que van a arreglar el mundo y que toman las de Villadiego y echan la culpa a otro cuando el calambre que se veia venir de lejos llega y te pone los pelos de punta.

    En fin, algún día, si Dios quiere, a nosotros nos tocará ser abuelos, ojalá estemos al mismo nivel que estos superheroes de verdad que no de comic. Un abrazo y que tus abuelos te guarden siempre querido amigo.

    Chacón.

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