miércoles, 28 de enero de 2015

No es lo que debería ser



Esto es el cauce de un río, o mejor dicho, era el lecho de un río, pero en los mapas, en las cartas cartográficas sigue siendo un río. Aprendemos que es un río porque está escrito en los libros, porque nos lo enseñaron así, pero sólo los que hemos tenido la inquietud de buscarlo nos hemos dado cuenta de que esos libros, esos mapas no nos están enseñando la realidad. A la mayoría de la gente le da lo mismo de que exista o no, de que tanga agua o no y seguirán afirmado que allí hay un río, aunque no lo haya...

Me dio pena descubrir que no había agua, que no existía tal río, pero más pena me da seguir viendo esos libros y mapas donde viene escrito que por allí pasa un río y a esa gente que dice que le da lo mismo una cosa y la otra.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Los matices del día a día

Cada instante de nuestra vida difiere del anterior y su vivencia plena nos va dotando de la capacidad para observar los matices e ir aumentando la intensidad con que vivimos nuestras emociones y observamos la belleza en la cosas que nos rodean.


 

miércoles, 28 de julio de 2010

La vida profesional

Se dice que el que busca lo que quiere en la vida, al final lo acaba consiguiendo...soy de la misma opinión, aunque añadiría algo más...intenta cada día buscar lo que quieres en la vida.

En los momentos de incertidumbre que vivimos en los que la competencia desleal y la rivalidad centran el día a día laboral no tenemos sino que abstraernos del mundanal ruido y tratar de al menos, vivir con la vista puesta en el día a día y en las cosas que, aunque sencillas y simples, nos hagan disfrutar constantemente de lo que hacemos.

En mi vida, he alternado épocas de florecimiento profesional con otras de incertidumbre. En las primeras trataba de exprimir al máximo mis capacidades (incluso hasta la extenuación) y aumentar mi competitividad; en las segundas, desde el otro lado de la barrera, me di cuenta que la sinrazón de llenar CVs por querer ser más que el de al lado no lleva nada más que a la propia destrucción. Al final he comprendido, que poder hacer lo que a uno más le gusta es un privilegio y que por lo tanto hay que disfrutar de ello per se y no por querer "eliminar" competencia. Sólo así, podremos procurarnos una estabilidad emocional mínima en el entorno laboral.

Una vez, un tío mío me comentó que el tesón, el trabajo y la honradez terminaban abriendo todas las puertas...si al final es verdad que no se tiene seguridad laboral, tal y como están las cosas, siguiendo estos principios, sí que las puertas que se se abran, al menos, serán para bien...

miércoles, 26 de mayo de 2010

Volver


Recuerdo aún el día en el que con mi maleta y mi radio de onda corta salí de casa camino del extranjero…recuerdo los primeros meses con todas las emociones y sentimientos a flor de piel. De eso hace casi siete años. Años de experiencias vividas intensamente, de introspección continua, de encuentros inolvidables,…años vividos bajo un permiso de residencia, convividos con habitantes de los más recónditos lugares del planeta, de frustración, de alegría, de muchos teléfonos y de cartas a bolígrafo, de estaciones de tren y de aeropuertos, de muchos conocidos y pocos, muy pocos amigos, pero buenos.

Me llevo en la maleta muchísimas caras, experiencias, paisajes inolvidables,…todo lo que no se puede contar. Quizá algunos de los que leeis habitualmente este blog no podais llegar a comprender lo que quiero transmitir.

Procuraré emplear las experiencias de estos años en saber comprender y en tratar de ayudar lo mejor posible a los que me rodean. Sólo si consigo esto, todo el esfuerzo de estos años habrán tenido sentido…


viernes, 30 de abril de 2010

Riqueza...

Frente a la limpia estampa del mar y el cielo azul, una suave brisa acaricia la cara…aquí, sentado en este rincón me quedé minutos, quizás horas, pensando en aquellos tiempos en los que frente aquella misma posición, galeras romanas cargadas de plomo surcaban el horizonte camino a Roma. Siglos de historia que pasan frente a nosotros, generación tras generación, que ausente de toda conciencia histórica cree que todo el presente nos pertenece, obviando que éste es la base del futuro…hace unos meses leí que existe un proyecto de urbanización en esta zona…”traerá riqueza”…, que falta de sentido común, nunca nadie trajo riqueza a esta zona, sino que se la llevaron, en barcos, dejándonos montones de estériles mineros…ahora, no se la llevan en barcos, sino en maletines,…que mentes más cortas…”riqueza” es poder ver y sentirse dentro de la imagen de arriba…

lunes, 26 de abril de 2010

Subiendo en la tarde por el camino del 33...

La roja estampa del suelo, como desangrándose en lenta cadencia; el agreste matorral que pervive en las ácidas terreras, como expresión de la fortaleza minera; el monte horadado, cual alma herida por el dolor y la tristeza del sacrificio continuo; el sol, fuerte, realzando el contraste entre la solana y la umbría, como si fuera una alegoría entre la vida y la muerte,…recuerdos, sensaciones de vidas que allí perecieron, mientras el levante sopla y trae la brisa húmeda y salina del Mar Mediterráneo. Rincones de soledad, de reflexión, de ternura, de rabia,…

lunes, 12 de abril de 2010

Esa voz que acompañaba cada tarde...

Corría el año 1986 (tenía 8 años) cuando un buen día le comenté a mi padre que me comprara una radio portátil. Ya empezaba a resultar incómodo pedirle cada domingo las llaves del coche para escuchar el partido del Real Murcia. Esa primera radio con auriculares sintonizaba cada domingo el Tiempo de Juego de la Cadena Cope presentado por Joaquín Prat. De fondo, un amigo de la familia solía limpiar su coche con la radio puesta,…con la voz de un tal Juan Manuel Gozalo con la que acabé enganchado.

Empecé a cenar sobre las ocho y media tras llegar a esa hora del conservatorio. Como carecía de tele en la cocina, la radio me servía de entretenimiento y Radio Gaceta de los Deportes y Gozalo llenaban perfectamente ese hueco. Era el año 1988. Pasaron los años, y esa voz se fue haciendo compañera e inseparable cada día a la hora de cenar. Eran los años del instituto, de la universidad, del doctorado…cuando emigré a Suiza en el año 2003, la primera cosa que hice, incluso antes de abrir la maleta, fue conectar mi radio de onda corta y comprobar que la misma voz que por ahí se escuchaba era la misma que durante 15 años me había acompañado durante cada cena. Respiré tranquilo al comprobar que la voz compañera se había venido conmigo y que podría imaginarme que seguía en la cocina de mi familia. Esa voz que me hizo sentir como en casa, a pesar de estar a muchos kilómetros de distancia,...