El minero, eterno pensante,
sigue su camino errante
a la caída de la tarde.
No le interesan los lados oscuros
ni entiende de Curros Romeros,
nunca ha luchado por ser el primero,
ni por ser prócer del nuevo mundo
Buscadlo donde haya fogones
En Los Nietos, El Llano o Los Belones
y por su gran condición
en el lustroso pueblo de La Unión
sigue su camino errante
a la caída de la tarde.
No le interesan los lados oscuros
ni entiende de Curros Romeros,
nunca ha luchado por ser el primero,
ni por ser prócer del nuevo mundo
Buscadlo donde haya fogones
En Los Nietos, El Llano o Los Belones
y por su gran condición
en el lustroso pueblo de La Unión
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