lunes, 8 de junio de 2009

Otoño




Una tarde del pasado mes de noviembre me dio por contemplar el paisaje en compañia de un buen amigo. La tarde estaba cayendo y la soledad del Mar Menor desprendía esa nostalgia veraniega que muchos añoran. Sin embargo, el bien entrado otoño, mostraba una tarde quieta, impasible, retorcida en la encrucijada de los colores tenues...recuerdo la conversación con mi amigo, el cual, se encontraba bastante alicaído, confuso,...quizá esa instantánea de quietud y de ensimismamiento que mostraba la luna nos hacía ver que lo más sencillo y simple de un paisaje en una tarde cualquiera podía servir de escenario para que dos amigos se reencontraran...


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